El Libro de las familias de 1866 no tiene desperdicio, como ya iréis viendo poco a poco en mis entradas, pero sin duda la parte de “la llave de la vida” hace sonreír a un muerto. En una de mis entradas nos instruía de “como hacer fortuna” y en esta parte nos alecciona además de la anatomía y del proceso del hombre y de la mujer.
Aquí tenéis su original para que veáis que no se trata de una broma y de invención propia, y os podáis partir de risa. Mas parece el folletín de los descalabros de un solterón vividor, a la que solo le falta la moraleja: "El hombre que no sienta la cabeza, mal acaba" o "No te casarás, mal acabarás". No han de faltar en las aventuras y desventuras de este maltrecho playboy de la sagaz y bella viudita y una aparentemente recatada ama de llaves.
Antes de pasar detallar paso por paso “los anales de la vida de un solterón”, resaltar uno de sus párrafos colgado en este encabezamiento, que aunque me produjo unas buenas risotadas, me dejo sorprendida por tener buena parte de razón.